domingo, 2 de septiembre de 2012

¿Cómo leemos la iglesia? - C.A.Lancioni


Como evaluamos el verdadero estado de los hermanos que estamos cuidando, si nuestras consideraciones son el resultado de impresiones subjetivas, no realizaremos las correcciones necesarias para tener un crecimiento equilibrado.


Preguntas para evaluar el estado de compromiso y madurez de los grupos que cuidamos.

1. ¿Tenemos en nuestros grupos una asistencia regular?

En el nivel mas elemental de compromiso los discípulos deberían ser fieles en concurrir a los encuentros semanales, es imposible trabajar con una visión formativa si los hermanos son intermitentes en su asistencia.
La irregularidad denota un nivel muy bajo de compromiso con el Reino y con el grupo, todos tenemos situaciones familiares y personales para faltar a las reuniones, sin embargo los lideres y discípulos fieles, realizan los arreglos necesarios para no faltar. Todos los hermanos deberían acostumbrarse a planificar la semana de tal modo que consigamos una asistencia regular, no solo al los encuentros grupales sino a los encuentros con sus discipuladores y discípulos. Cuando no se concurre es porque asignamos mas importancia a otras actividades y en el fondo nos da igual ir o no hacerlo.
Como parte de la fundamentación hablamos del Señorío de Cristo sobre nuestra vida y nuestro tiempo, y la escritura dice instruye a no dejar de congregarnos, como algunos al final se acostumbran a ese estilo relajado.

Heb_10:25  no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día[p] se acerca.


  1. ¿Tenemos en nuestros encuentros una participación activa e inteligente?

Una de las responsabilidades principales de los lideres es facilitar el sacerdocio de los hermanos, siempre que se acapare la actuación en las reuniones, se demora el desarrollo de los hermanos y se comunica tácitamente que el lideres o unos pocos son los que están verdaderamente preparados para actuar.
Para lograr una participación dinámica e inteligente debemos trabajar de una manera sabia y perseverante, renunciando a la tentación de cubrir los vacíos para producir una reunión linda.
Los encuentros deben ser  ricos, vivos y atractivos como resultado de la actuación de todos los hermanos.
Apuntemos a que los nuevos se acostumbren desde el principio a participar activamente, aunque debamos hacer correcciones luego, con el tiempo lo harán con mayor gracia y sabiduría.

  1. ¿Están los hermanos comprometidos con la movilización?

Podemos identificar un óptimo nivel de compromiso cuando todos están efectivamente involucrados en la movilización. Deberíamos revisar periódicamente el funcionamiento de nuestra parcelas juntos, además de evaluar como se esta realizando el trabajo de sembrar y regar (apunte: Las tareas que todos debemos realizar).

  1. ¿Todos pueden explicar nuestra visión y misión?

¡El poder de la visión es increíble! Las investigaciones indican que los niñoscon imágenes de roles centrados en el futuro se desempeñan mejor en la escuela y poseen una mayor capacidad de enfrentar los desafíos de la vida. Los equipos y organizaciones con un fuerte sentido de la misión superan de forma apreciable a los que carecen de esta fuerza. Según el sicólogo francés Fred Polak, el factor primordial que influye en el éxito de las civilizaciones es la visión colectiva que la gente tiene de su futuro. La visión equivale a la aptitud de ver mas allá de nuestra realidad  del momento, crear, inventar  lo que todavía no existe, convertirnos en lo que aún no somos. Nos confiere la capacidad de vivir conforme a nuestra imaginación y no a nuestra memoria.  S. Covey

Frente a nuestro enunciado del propósito eterno de Dios, encontramos que para mucho que tienen memorizada la frase,  solo es un concepto que entienden a medias.
Debemos desarrollar un enunciado de misión que contenga todos los ingredientes que tienen un carácter indispensable en la edificación de la casa de Dios.
Esta claridad nos librar de invertir erróneamente nuestro tiempo, canalizara de forma efectiva las fuerzas que se invierten en la obra, además de poseer un poder inspirador y motorizador.
Ejemplos: El trailer, La torta de chocolate.


  1. ¿Frente a las distintas necesidades de la obra ¿Saben los discípulos bien lo que hay que hacer y como hacerlo?

En la medida que fundamentemos correctamente a los hermanos, contaremos con discípulos entendidos (peritos arquitectos) en cuanto a lo que se debe ir añadiendo a cada hermano en el nivel de madurez en que se encuentre, seria importante rever el apunte de trabajo por niveles ya que este nos ubica en cuanto a como ir encarando las distintas etapas de la formación.


  1. ¿Hay en los hermanos un sentido de pertenencia y responsabilidad respecto a los demás?

Cuando se refieren al grupo, dicen mi grupo o este grupo, cuando hay problemas asumen una actitud critica, o plantean la preocupación de cambiar lo necesario para que las cosas funcionen. Un rasgo de madurez en el grupo se manifiesta en el interés sincero de unos por otros en cuanto a estabilidad y compromiso espiritual, dificultades familiares, problemas económicos , enfermedades, etc.
El sentido de pertenencia y lealtad hacia los hermanos es el resultado de relaciones profundas y sinceras, que se edifican invirtiendo tiempo juntos en la comunión y el compañerismo de obra.

  1. ¿El discipulado produce los frutos esperados por Dios?

Recordemos que señalamos 5 ingredientes que deben estar presentes en toda relación de discipulado: 
1) PATERNIDAD 
2) CONSEJO DE CRISIS
3) ENSEÑANZA BÍBLICA  (fundamentación)
4) COMUNICACIÓN ESPIRITUAL,
5) SACERDOCIO (expresión de obra hacia otros).

Todos estos elementos deben estar presentes no de forma errática e intermítete, sino de una manera dinámica y profunda. Debemos revisar a menudo junto al núcleo que esta ocurriendo en los encuentros de discipulado, para que la relación no se diluya y se vuelva infructuosa.

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