lunes, 27 de mayo de 2013

¿QUÉ ES UN “MOVIMIENTO”? - Ruben Dri


                                                 

Jesús fue el precursor de un movimiento espiritual, por tanto es importante volver a refrescar algunas consideraciones acerca de lo que es un movimiento, o por lo menos acercarnos lo más posible a ello.

        Por principio o por esencia no se puede definir un movimiento. No se puede hacer porque definir algo es delimitarlo, y el movimiento se lleva por delante todo límite, desborda todo tipo de institucionalización.

        El movimiento es semejante a un río que corre con fuerza, que rompe todos los diques y contenciones. Su lógica también es como un río en el cual no es posible introducirse dos veces en las mismas aguas, porque fluye constantemente.

        El movimiento es como la savia del árbol, como el impulso vital, la savia no aguanta estructuras. El árbol intenta aprisionarla mediante troncos, ramas, hojas; pero es inútil, la savia sigue su camino, quiere más y por eso el árbol se ve obligado a hacer nuevas ramas, nuevas hojas.

        El movimiento es el pulso vital, es el signo de vida, que surge al margen de las instituciones establecidas y frecuentemente en contraposición con ellas. El movimiento, por el solo hecho de serlo, mantiene comportamientos no habituales durante su desarrollo.

        El pulso vital o la corriente que conforma el núcleo del movimiento está formado por la conjunción de los principios que lo impulsan, que lo motorizan.

        El movimiento es alérgico a todo tipo de estructuras rígidas porque éstas siempre implican poner límites, poner freno al impulso vital, o sea, a la esencia del movimiento. Si se pretende institucionalizar todo el movimiento, éste desaparece, se congela.

        La institución no debe atrapar al movimiento, sino solo debe servir para encauzarlo, colaborando para cumplir los objetivos del mismo. La institución debe subordinarse al movimiento para que éste siga en su cauce poderoso.

        No  cualquier institución sirve, sino solo aquella o aquellas que responden a los principios que dieron origen al movimiento.

        Muchos movimientos mueren porque son traicionados por las instituciones que deberían haberlo encarnado. El movimiento se construye y gira alrededor de grandes ejes, que son sus premisas, sus principios, los que expresan sus más altas metas, intenciones y propósitos.

        Los movimientos surgen en un proceso de lenta gestación alrededor de sus ejes, y este proceso, en un determinado momento encuentra la manera de expresarse, de salir a la luz y emprender su trayectoria.

        Los movimientos se constituyen en protagonistas de grandes cambios, así como la aurora que de repente ilumina el firmamento y amanece.

        Para que un movimiento mantenga su vitalidad es necesario que la institución no lo asfixie. La institución debe ser instrumento del movimiento o de la vida, pero siempre existe el peligro de que el instrumento suplante al movimiento. Pero en la medida que éste mantenga su vitalidad desbordará a la institución por todas partes.



Nota: Al referirnos a “institución” damos a entender toda actividad u organización normada, reglada, que existe por encima, más allá de, independientemente del ser humano. Legalización. Convertir algo en institución.


          Ruben Dri - presbítero católico.

jueves, 23 de mayo de 2013

Dios en su majestad: incompresible, auto existente, auto suficiente. C.Lancioni

Jeremías 9:23
 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.


  • El fundamento de todo conocimiento verdadero de Dios ha de ser la clara comprensión mental de sus perfecciones tal como se revela en las sagradas escrituras. No se puede servir ni adorar a un Dios desconocido, ni depositar nuestra confianza en El.

    Daniel 11:32
    Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.

    Oseas 6:3
    Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.

    Juan 17:3
    Y esta es la vida eterna:que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

    Juan 7:17
    El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
  • No pensamos para poder creer, sino porque creemos nos atrevemos a pensar, ya que el conocimiento de Dios viene a nosotros mediante la fe.
    El evangelio de nos fue anunciado, el Espíritu Santo nos dio testimonio a nuestro espiritu y recibimos la verdad por la FE, ahora no dejamos nuestra mente colgada en el ropero, sino que la aplicamos a la comprensión de la verdad revelada.

Mt. 22:37 Jesús le dijo: Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y CON TODA TU MENTE.

Porque debemos pensar correctamente en Dios:
Señor todopoderoso, no el Dios de los filósofos ni de los sabios, sino el Dios de los profetas y de los apóstoles, y lo mejor de todo, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo: ¿me permites conocer tu santidad?manera perfecta y alabarte dignamente.
A. W. Tozer
Todos aquellos que invocamos a Dios por Padre no podemos invocar a un Dios al que persivimos vagamente, la adoración y servicio será puro o bajó según el lugar en el que el adorador tenga situado a Dios en su mente.

Por eso Jesús nos enseña que la adoración procede al servicio:

Mateo 4:10
Entonces Jesús le dijo:Vete, Satanás, porque escrito está:Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

  • Siempre la iglesia servirá y predicará al Dios que conoce o que desconoce, lo que decimos de El en nuestra reuniones y lo que predicamos en nuestros respectivos entornos de vida, siempre será el resultado de aquel conocimiento personal que poseamos de Dios.

  • Los desvíos, las herejías, las decisiones mal tomadas, los sobre énfasis desequilibrados apoyados en una alguna verdad bíblica, que desdibujan el rostro de Dios tales como las tensiones que surgen entre su elección soberana y su misericordia, tiene su base en la falta de conocimiento personal.

  • El hijo amado tenía pleno conocimiento de la persona del Padre no se dejo confundir cuando con artimañas teológicas cuando el Diablo quiso tentarlo.
    Mt. 4:5-7
    Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo:Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
    A sus ángeles mandará acerca de ti,
    y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.
    Jesús le dijo:Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

  • Creo que son muy escasos los errores en la doctrina o en la aplicación práctica de la etica cristiana que no tengan su origen en pensamientos incorrectos e innobles sobre Dios,
    A. W. Toser.
  • Ejemplo: la doctrina de Balaam moderna, el evangelio de la prosperidad transforma a Dios en un Mercader que troca bendiciones a cambio de una buena ofrenda económica. ¿Qué Dios es este?

    El Dios incomprensible.

1 Timoteo 6:16
el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.


Ex. 33:18-23
El entonces dijo:Te ruego que me muestres tu gloria.
 Y le respondió:Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.  Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
 Y dijo aún Jehová:He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.
Ex. 34:5-8
Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.
 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó:¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
 Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró.


Proclamó: Strong : qara´: grita, proclama, emite un sonido alto, como quién grita por socorro.

El Verbo de Dios (lo Hijo, la Palabra) es el que enuncia las cualidades ocultas de Dios: fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado...

  • Sus cualidades definen su nombre: Ha habido mucha especulacion historica con el nombre de Dios, incluso hace unos años en argentina hubo una serie asi titulada, donde quien descubriera su nombre gozaría de grandes poderes.

Jehová: YHVH el nombre se escribia con cuatro consonantes: YHVH se pronunciaban parecidas a YAVE, representaban formas del verbo ser, y expresan el SER ETERNO, QUIEN ERA, QUIEN ES Y QUIEN SERÁ.
Aun este nombre expresa una de sus cualidades.

FUERTE, MISERICORDIOSO, PIADOSO, DIOS ES AMOR, ES JUSTO, SANTO, PACIENTE, MANSO, ES BONDAD, ES BENIGNO, TEMPLADO (TARDO PARA LA IRA), ETC.

Con el nombre de Dios no sucede como con nuestro nombre, tomemos a un señor de nombre Antonio, pero es imposible individualizarlo solo por ese nombre, asi que tambien lleva un apellido, Lopez,¿ pero cuantos Antonio Lopez habra en el mundo?, asi que ademas le añadimos un numero de documento, y asi lo dejamos individualizado y distinguido de todos los otros Antonio Lopez que hay por alli.

Pero Dios:¿necesita ser individualizado? En todo este basto universo, lleno de criaturas terrenales y celestiales solo existe un Dios. - J.Himitian

No obstante no tenemos capacidad de acceder al conocimiento de quien es El.

Imaginemos que un aborigen de las tribu que aun hoy no tienen contacto con la sociedad humana, caminando por la selva encuentra un violín , ¿podrá conocer el carácter del artesano que lo creo con solo mirarlo?, seguramente notará que una mente inteligente lo construyo, pero no creo que pueda ir mucho mas de allí.
De igual modo la creación nos habla de un magnifico artista, pero nos deja sin respuesta en cuanto a sus cualidades particulares.

No podemos acceder al conocimiento de la persona de Dios sino por revelación, y Dios realizo su mas excelente y completa autorrevelacion en Cristo Jesús, aunque el no se da a conocer a la razón de los hombres, sino a la FE.

LA FE ES EL ÓRGANO DEL CONOCIMIENTO, Y EL AMOR UN ÓRGANO DE LA EXPERIENCIA. Tozer

Heb 11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

La autoexistencia de Dios.

Dios no tiene origen.

Origen es una palabra que se puede aplicar solo a las cosas creadas.

Cuantos de nosotros nos preguntamos de niños ¿de donde vino Dios?

Nuestra mente choca contra una gran imposibilidad al tratar de manejar este concepto, tal como ocurre cuando pensamos en el tamaño del universo, ¿cuales son sus limites?, y mas allá de los limites ¿que hay?.
Vivimos en una era caracterizada por el descubrimiento científico  pero estas preguntas se hallan sin repuesta aun para las mentes mejor preparadas. No hay instrumento creado que nos ayude en tal investigación, se habla de distancias valoradas en millones y millones de años luz, la arrogancia humana desaparece cuando nos medimos frente a tal inmensidad.

Lo mismo ocurre cuando pensamos en la naturaleza de su persona eterna  increada, auto existente  este es un concepto que nos enseña entre otras cosas gran humildad. Este conocimiento nos pone en nuestro lugar como pequeñas criaturas, nos da una perspectiva correcta de lo que somos, nada mas que una criatura:

Sal 103:15 El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más.

Sal. 90:10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. 11 ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido? 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.

La autosuficiencia de Dios.

Todas las criaturas, todos los seres vivientes se encuentran en necesidad, dependen de muchos factores para poder subsistir. Un ser humano, nace en estado de fragiliad, no tiene oportunidad alguna de sobrevivir sin la presencia de una madre que le cuide, de alimento, de abrigo, de protección  de amor (bebés que no sobreviven sin un toque amoroso) en todo el curso de su vida no habrá momento en que no se encuentre en necesidad.

Agua que beber, aire que respirar, comida para nutrirnos, también medicina para palear los males de un cuerpo que con el paso del tiempo comienza a fallar.

Y durante toda su vida el hombre necesita el contexto de relaciones que lo nutran emocionalmente, para no caer presa de la depresión y la desesperanza resultantes de la soledad.

Pero Dios no tiene necesidad alguna, de ninguna clase, esta totalmente completo en si mismo.

Dios no nos necesita, no necesita complementarse, si algo le fuera necesario, no seria Dios. No nos busca porque nos necesite, SINO PORQUE NOS AMA.

  • Ejemplo: Si de pronto todos los seres humanos perdieran la vista, aun seguirían brillando el sol de día y las estrellas de noche, pues ninguno de estos cuerpos celestes les debe nada a todos aquellos que se benefician con su luz. De igual forma, si todos los hombres de la tierra se volvieran ateos, esto no podría afectar a Dios de manera alguna. EL ES LO QUE ES, EN SI MISMO, Y SIN RELACIÓN CON NADIE MAS. El que creamos en El no añade nada a sus perfecciones; el que dudemos tampoco le quita nada.

  • Tampoco necesita que le defiendan, un Dios que necesita ser defendido es un Dios que solo nos puede ayudar a nosotros mientras haya quien le ayude a El. Solo podremos contar con El, si gana el continuo vaivén de la batalla entre el bien y el mal. Un dios así no podría exigir el respeto de hombres inteligentes; solo podría mover a piedad.  A.W.Toser

  • Limpiemos nuestra mente de toda percepción deformada de quien es el Dios que invocamos por Padre, trabajemos para que en nuestro pensamiento Dios sea quien es en realidad, el Dios de la Biblia y no la caricatura manejada por el cristianismo de masas.

Heb 12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, 20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; 21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. 25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. 26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. 27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. 28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.


Que produce en nosotros meditar en estos atributos gloriosos del Dios eterno:

  • Nos pone en contacto con su majestad, me atrevo a decir que muchas expresiones culturales del cristianismo contemporáneo han despojado a Dios de su majestad y alta dignidad, tal como Uza fue quebrantado, por su ignorancia, por su perdida de contacto con la majestad del Dios.

2Sam 6:6 Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban. 7 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.

  • La revelación debe inspirar en nosotros temor reverente:

Pro 9:10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,
Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

  • Nos da una perspectiva correcta de la gloria de la encarnación de Cristo.

Hay una historia que escuche hace un tiempo del pastor Salvador Dellutri:

El para Elisa tiene una historia muy interesante. Beethoven era un hombre
bastante osco y rudo y como todo hombre con estas características suelen
esconder una gran ternura, entonces un día estaba Beethoven en una
fiesta y los hombres oscos son muy difíciles en las fiestas porque no se
relacionan fácilmente con la gente. Y se encontró con una nena que estaba
sentada y se acercó y la niña le preguntó de qué trabajaba, entonces le
contó que él era músico y la niña le contó que ella también, ella tocaba el
piano. Entonces Beethoven le preguntó que tocaba en el piano, ella
comenzó a mencionar autores que tocaba, seguramente habrá
mencionado a Mozart y todos aquellos que se estudian para iniciarse. Él
luego le pregunto “¿Y Beethoven?”, entonces ella le contestó “no,
Beethoven es muy difícil”. Él le preguntó entonces “Y ¿cómo te llamas?” a
lo que contestó “Elisa”, entonces él se puso a escribir esta pieza “Para
Elisa” pensando justamente en aquellos que están aprendiendo, la escribe
pensando en esa niña y en el candor de esa chica y pensando también en
algo que esa chica pudiera tocar ....
Esa sensibilidad de acercarse, de bajarse, y esas es una de las
características más importantes que uno valora dentro de la fe, que es la
capacidad de Dios de acercarse hasta nosotros.
Cuando yo miro a la persona de Jesucristo digo que es Dios acercándose y
hablando en el idioma de los hombres, Jesucristo es como (y lo digo con
todo respeto) como el “Para Elisa” de Dios, es tratar de encontrar el
lenguaje para comunicarse con los hombres y comunicó y tiene relación
con nosotros Dios.


Es interesante que al final de su vida, Jesús le dice a uno de sus discípulos
ante la insistencia de un pedido de que le muestre al Padre o a Dios, él le
contestó: “el que ha visto a Mi ha visto al Padre” todo lo que Dios es
estaba en eso, así como todo el genio de lo que Beethoven es, está en
Para Elisa”, de alguna forma está presente. Todo lo que Dios es se
simplifica para que yo lo entienda. Esta es la grandeza de Dios, que Él
puede hablar el lenguaje de los hombres, puede hacerse hombre, puede
hacerse entender por los hombres y en Jesucristo realmente entendemos la
gran dimensión del Amor de Dios, es un amor tan grande que se anonada a
si mismo, se baja a sí mismo, para poder comunicarse

Fil 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;



El mas glorioso ser, manifestado como el mas humilde entre los hombres y nos invita  a imitar esta cualidad que para nosotros criaturas tan pequeñas debería ser la mas natural.

Al trono majestuoso
del Dios omnipotente
humildes vuestras frentes 
naciones inclinad.
El es el ser supremo 
Señor de cuanto existe
y nadie al fin resiste
al grande Jehová.




Los que no te conocen, quizá te invoquen como distinto al que eres, y así no te adoran a ti, sino a una criatura de su propia imaginación; por eso, iluminanos la mente para que te conozcamos tal como eres, de manera que te podamos amar de 

EL ESPÍRITU DEL DISCIPULADOR


Jorge Himitian (06/10/1980)   

Introducción:

En nuestra tarea de hacer discípulos es fundamental que velemos sobre nuestro propio espíritu. Proverbios 4.23 dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”, y en 1 Timoteo 4.16 Pablo le dice a su discípulo: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo eso, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. También en 1 Timoteo 4.12, le recomienda que sea ejemplo en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Con el correr del tiempo nos iremos dando cuenta de que nuestra mayor influencia sobre nuestros discípulos es nuestra manera de ser, nuestro carácter, espíritu, conducta, etc. Es por ello que, como obreros del Señor, debemos velar sobre nosotros mismos. Hay aspectos o áreas en nuestras vidas que ningún otro hermano puede conocer tanto como nosotros mismos, y en esas áreas nosotros somos los principales responsables de cuidarnos.

1) DEBEMOS VELAR SOBRE NUESTRAS INTENCIONES Y MOTIVACIONES.

¿Cuál es nuestra motivación más honda al hacer la obra de Dios?
¿Decae nuestro ánimo o nos molesta cuando algún colega nos aventaja en gracia y en frutos?
Cuando alguno nos elogia públicamente solemos exteriorizar modestia con nuestras palabras y gestos, pero ¿qué sucede en nuestro interior? Dios mira nuestro corazón y no nuestras exteriorizaciones.
Cuando nuestra obra progresa más que la de los demás, ¿nos sentimos superiores?
¿Nuestros hermanos nos conocen como somos, o fingimos y procuramos dar una mejor imagen de lo que en realidad somos?
Creo que necesitamos, cada uno de nosotros, con cierta frecuencia, hacer un profundo examen de nuestras intenciones y motivaciones. Muchas veces hallaremos en nuestro corazón una mezcla de motivaciones sanas y carnales, y cada vez que tengamos conciencia de ello, deberemos humillarnos delante del Señor, despojándonos de nuestro corazón “perverso y engañoso”. Necesitamos reafirmar una y otra vez que la gloria de Dios ha de ser nuestra única intención, y que el amor al Señor será nuestra suprema motivación al hacer la obra. Es muy importante que velemos sobre esta área de nuestra vida.

2) DEBEMOS VELAR SOBRE NUESTRO EJERCICIO DE AUTORIDAD.

Dios nos ha delegado autoridad para edificar a nuestros hermanos. Si no ejercemos autoridad no podemos edificar la casa de Dios. Pero debemos velar mucho sobre esta área porque el ejercicio de autoridad entraña riesgos y peligros que debemos evitar.

Quiero señalar algunos de esos peligros:

1) La ambición de poder. Este es una de los males más arraigados dentro de la naturaleza humana. Cuando notamos que los mandos responden (a uno decimos “ven”, y viene; a otros decimos “ve”, y va; a un tercero decimos “haz tal cosa”, y la hace), es posible sentir una satisfacción carnal. Es así como podemos llegar a pervertirnos en nuestro corazón y hacer uso de la autoridad para alimentar nuestro ego. Si ejercemos autoridad debe ser únicamente para servir a los hermanos (Mateo 20.25-28)

2) La autoridad despótica. ¡Cuánto daño hace ejercer autoridad sin amor, sin gracia, sin cariño! Ejercer autoridad no significa actuar y hablar con un tono dictatorial y enérgico, sino mostrar al discípulo la voluntad del Señor con amor y firmeza. Si bien en algunas ocasiones es necesaria una serie de reprensión, sin embargo, no puede ser ese el tono permanente en nuestra relación con los discípulos (1 Tesalonicenses 2.7-8)

3) La falta de autoridad. Otro peligro es mantener una estructura aparente de autoridad sin ejercerla realmente. Ser demasiado blando y condescendiente de modo tal que la vida del discípulo no se desarrolle ni crezca. La relación no es más que una buena amistad. No hay instrucciones, mandatos claros, control, dirección, etc. (2 Timoteo 4.2; Tito 2.15)

4) El pretender ser autoridad en todos los temas. No somos autoridad en todas las materias. Debemos saber limitarnos a las áreas que nos competen. Debemos saber decir “NO SE”. En ciertas situaciones debemos saber derivar a otro, y muchas otras veces consultar y asesorarnos en vez de dar una respuesta apresurada.

5) Manejar vidas en vez de formarlas. El peón y el aprendiz, ambos están bajo autoridad, pero después de varios años el peón sigue siendo peón y el aprendiz un oficial. Un discípulo es un aprendiz; debemos sobre todo enseñarle, formarle, Es fácil manejar una vida; la cuestión es formarla. No le digas lo que él puede descubrir, no hagas lo que él puede hacer, delégale responsabilidades y dale campo para que pueda experimentar.

6) El perpetuar una autoridad vertical innecesariamente. Nuestro objetivo es que nuestros discípulos crezcan y lleguen a la madurez. En la medida en que esto ocurra la verticalidad debe ir declinando para dar lugar a la mutualidad. “Someteos los unos a los otros…” (Efesios 5.21 y 1 Pedro 5.5) No debemos ser un tapón para nuestros discípulos, por el contrario debemos animarles a que crezcan aún más que nosotros mismos.

7) El ser “intocable”. Debe recordar que sobre todo somos hermanos. Cualquier discípulo tiene que tener libertad para amonestarnos cuando vea algo mal en nuestra vida. Hay aquellos que nos cuestionan porque tienen rebeldía en su corazón, pero están los que alguna vez nos cuestionan porque tienen más vida propia e inquietudes legítimas en su interior; no debemos resistir sistemáticamente todo cuestionamiento sino considerar objetivamente el aporte de algún hermano que piense un poco diferente a nosotros.

8) El tratar a todos de la misma manera. No podemos tratar a todos por igual. No podemos discipular del mismo modo al joven y al anciano. El trato debe ser acorde a cada persona. En 1 Timoteo 5.1-2 Pablo pide a Timoteo que su trato sea según la persona. Sería perjudicial tener un método único y dar a todos el mismo tratamiento. Aunque los principios y enseñanzas son los mismos para todos, sin embargo, el trato debe ser según la persona, teniendo en cuenta su edad, personalidad, capacidad, etc.

3) DEBEMOS VELAR SOBRE NUESTRO CARÁCTER Y CONDUCTA.

A la larga transmitiremos a nuestros discípulos lo que somos. Al principio podremos impresionar con buena enseñanzas, pero con el correr del tiempo trascenderá nuestro carácter y llegarán a conocernos. Si en nuestras vidas hay fallas importantes de conducta (sobre todo en nuestro hogar y en nuestro trato comercial), nuestros discípulos deducirán que, aunque seamos muy enfáticos al enseñar, en la vida práctica se puede vivir mediocremente y seguirán no nuestra enseñanza sino nuestro ejemplo. Habrá quienes al conocernos más íntimamente se escandalizarán y se alejarán, y otros sufrirán secretamente nuestro doblez. Es por eso que Pablo le dice a Timoteo “ten cuidado de ti mismo…. Porque haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren” (1 Timoteo 3.2-7; Tito 1.6-8)
4) DEBEMOS VELAR SOBRE NUESTRA CONCIENCIA.


Vez tras vez Pablo exhorta a Timoteo a mantener una buena conciencia delante de Dios (1 Timoteo 1.5; 1.19; 3.9) Si tenemos pecados ocultos en nuestras vidas, estamos andando en tinieblas y fingiendo fe. Esta es un área que tan solo nosotros podemos conocer. Debemos velar para que nuestra vida sea transparente delante de nuestros hermanos. Si pecamos, no demoremos en confesarlo. Nuestra hipocresía ofende más a Dios que nuestro pecado. Seamos íntegros, sinceros, hombres de verdad, humildes. Si tú no te cuidas en esto, ningún otro de puede cuidar; por lo tanto, “ten cuidado de ti mismo”. Amén.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Dando el evangelio. C. López


Dando el Evangelio

1 Co 9:16-23: Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. 

¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.

Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. 

Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él. 


Marcos 8:35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
Hechos 10:30-32 Entonces Cornelio dijo: hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente,  y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.  Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará. 
¿Cómo encaramos la predicación del evangelio? ¿Con cuál disposición? ¿Con qué grado de involucramiento?
¿Cómo la encaró Dios, en el pasaje de Hechos 10?
Había un hombre temeroso de Dios, y había un discípulo que tenía el evangelio de salvación. ¿Qué 
hizo Dios? Los unió. Les habló a cada uno para que ocasionar un encuentro en donde el hombre temeroso pueda hallar al portador del evangelio y de esa manera, ser salvo.
Lo que hizo de manera especial y milagrosa con Cornelio y Pedro, ¿No es representación dramática de lo que ha hecho con cada de nosotros sus hijos al ponernos en contacto ocasional o permanente con cientos de personas?
¿No es la misma intención: unir al mensajero con el receptor del mensaje? ¿Y cómoreaccionar frente a esta intención divina?
Para Pablo predicar el evangelio no era cuestión solamente de presentar el mensaje; sino de exponerse el mismo como el mensajero de dicho mensaje.
No era cuestión de decir solamente: Cristo es el camino a Dios, sino de decir: Cristo es el camino a Dios y yo soy su mensajero. Acá estoy para ayudarles en lo que necesiten, acá me tienen como compañero en lo que haga falta, como embajador de Dios, como suplicante de que la gracia divina toque nuestros corazones para poder creer y arrepentirnos.
No es solamente entregar un recado. Es darlo y quedarnos junto al mensaje. Es dejar abierta toda 

posibilidad de contacto para que si Dios quiere hacer algo, la persona sepa a quien puede recurrir, donde encontrar un cristiano, alguien que va a escucharlo y decirle cual es el plan de Dios para su vida.
Pablo entendía lo que Jesús dijo: que la predicación del evangelio implicaba entregar la vida en esa actividad. Por eso Jesús dijo,“por causa de mí y del evangelio Predicar es dar el mensaje + darnos a nosotros en el proceso.
Por eso Pablo a cada grupo de personas los identificaba y luego se acercaba especialmente para darles el mensaje. Pero en ese proceso, él se adaptaba. No adaptaba el evangelio a los oyentes. Se adaptaba él mismo.
El se auto-constituía siervo y deudor a todos los hombres. Y el modo en que saldaba esa deuda era entregándose para entregar el mensaje de vida.
Y lo hacía para “hacerse coparticipe del evangelio”
¿Coparticipe? ¿Acaso no está completo el evangelio?!!

Parece que el evangelio se completa y consuma en el oyente cuando la persona que lo entrega, se brinda por completo a tal labor. Ahí el evangelio se consuma por entero. Porque: ¿Tiene sentido presentar a todo el mundo el mensaje de una persona que dio su vida gratuitamente por otros, sin que la persona que lo proclame de, a la vez, su vida generosamente por los demás?!!
¿Sería lógico que hablemos de la entrega de un hombre, sin entregarnos mientras loanunciamosEl mismo contenido del mensaje nos condiciona y señala el modo en que debe ser compartido.
Si el evangelio es la entrega de Jesús por nosotros, ciertamente la única manera en que podemos predicarlo es entregándonos nosotros mismos de manera sacrificada por los hombres, ya que de no hacerlo, hablaremos de un estilo de vida y muerte, pero estaremos viviremos otro.
Ser coparticipe del evangelio es entregarlo, junto con nuestras vidas. No aislado de ellas.

domingo, 19 de mayo de 2013

ACERCA DEL BAUTISMO DE LOS RE-CASADOS - KEITH BENTSON




Reunión del Presbiterio, 14 de mayo de 2002, Zona Sur, Gran Buenos Aires

Comentario preliminar:
Estamos tratando un tema, no solamente de contenido doctrinal, sino también, moral.
Es decir, estamos tocando cuestiones delicadas. Digamos que en la iglesia del Señor, lo
ideal sería que toda la iglesia universal estuviera unánime en su convicción acerca de
cuestiones morales, como el divorcio y recasamiento como en otros temas, también.
Pero no lo está. Entonces, el peldaño más abajo sería que cada familia de iglesias (las
denominaciones) tuviera su propia convicción y práctica unánimes; pero tampoco ha
resultado así. Otro peldaño más abajo sería disfrutar de una unanimidad en los
presbiterios o zonas para que la iglesia diera un sonido claro al mundo, aunque sea sólo
en su limitada zona. ¿Pero, qué hacemos cuando ni en un presbiterio existe un sentir
igual entre todos? El último peldaño de la escalera es la misma congregación. En esta
instancia, no puede haber dos posturas sobre cuestiones morales en una misma
congregación. Pues bien, en nuestras comunidades, cuando hay diferencias de orden
moral, se nos impone el deber de pensar, escuchar, hablar y actuar con prudencia.
Estamos representando a Cristo Jesús con nuestras convicciones y prácticas. Dios nos
acompañe en este tramo.
Consideraciones sobre un aspecto de la problemática de los recasados:
¿Se les concede o no el bautismo sin que se aparten del adulterio?

INTRODUCCIÓN:
La base sobre la cual fundamentaremos nuestras consideraciones es "El que se
divorcio de su mujer y se casa con otra comete adulterio; y el que se casa con la
divorciada también comete adulterio".
a) No vamos a tratar el caso de los solteros que viven en concubinato;
b) Ni argumentar sobre si el adulterio o el abandono en el matrimonio justifican o no
un subsiguiente divorcio y recasamiento;
c) Más bien, nuestra línea de pensamiento se dirige hacia aquellos que creen que el
recasamiento, mientras viva el verdadero cónyuge (exceptuando los casos
comprendidos por Moisés en Deut. 24 y Jesús en Mt. 19), siempre es adulterio,
tanto en el caso de incrédulos o de creyentes.

I. CÓMO EVANGELIZABA JESÚS
Nuestro Señor no fue clasificado como evangelista, sino como maestro. Evangelizaba,
pero evangelizaba enseñando. Enseñaba directamente sobre cuál era la voluntad de
Dios para la vida de los hombres. Los mismos milagros de Jesús enseñaban el poder,
misericordia y amor del Padre. Pero el acatamiento a las enseñanzas morales de Cristo 2
definían cuál sería la verdadera relación eterna de un pecador con Dios. Los hombres
serán juzgados por su fe y obras, pues los dos aspectos no están en pugna el uno con
el otro: obediencia es fe, y fe va unida a la obediencia.
San Pablo, también, se veía como maestro de las naciones:
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien
dio su vida como rescate por todos. Este testimonio Dios lo ha dado a su debido tiempo, y para
proclamarlo me nombré heraldo y apóstol. Digo la verdad y no miento: Dios me hizo maestro
de los gentiles para enseñarles la verdadera fe (I Tim. 2.5-7).
Nosotros, también, estamos enseñando a las naciones el camino de Cristo.
El Sermón del Monte viene a ser el mejor resumen de las enseñanzas de Jesús. Él
terminó su discurso advirtiendo que sólo los que edificaban su vida sobre sus
enseñanzas serías salvos:
Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato
que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los fríos, y soplaron los
vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina (Mt. 7.26,27).
Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a
la destrucción y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que
conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran (Mt. 7.13,14).
Las enseñanzas de Jesús, además de señalar la voluntad de Dios, ponían de manifiesto
el pecado en el corazón humano:
Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no
tienen excusa por su pecado (Jn. 15.22).

De ahí, Jesús predicaba el arrepentimiento para alcanzar el perdón de los pecados.
¿De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan (Lc. 13.3).
Él siguió la misma predicación de Juan el Bautista: Juan había retado a Herodes,
aunque éste no era judío. A los fariseos y saduceos, les advirtió:
¡Camada de víboras! ¿Quién les dijo que podrán escapar del castigo que se acerca? Produzcan
frutos que demuestren arrepentimiento (Mt. 3.7,8).
Cuando la gente se arrepentía, eran bautizados confesando sus pecados:
Acudía a él la gente de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región del Jordán. Cuando
confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán (Mt. 3.5,6).

El bautismo dependía de su arrepentimiento, su confesión y de su disposición de
abandonar el pecado. Juan hasta detallaba algunos pecados:
El que tiene dos túnicas debe compartir con el que no tiene ninguna... el que tiene comida debe
hacer lo mismo... No cobren más de lo debido... No extorsionen a nadie ni hagan denuncias
falsas... conformense con lo que pagan. Y con muchas otras palabras exhortaba Juan a la gente
y le anunciaba las buenas nuevas ... reprendió al tetrarca Herodes por el asunto de su cuñada
Heródias (Lc. 3.10-19).

Luego, seguía el bautismo:
Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautízándose con el
bautismo de Juan. Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios
respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan (Lc. 7.29,30). 3
Este comentario ilustra el contexto y el significado de las últimas palabras de nuestro
Señor:
El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado (Mc. 16.16).
"Creer" significaba que una persona conocía la palabra de Cristo y se consagraba a
obedecerla. Lo vemos en el caso del joven rico:
¿Maestro bueno, qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?... Todo eso lo hE cumplido
desde que era joven... Todavía te falta un a cosa vende todo lo que tienes y repártelo entre los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme. Cuando el hombre oyó esto, se
entristeció mucho, pues era muy rico. Al verlo tan afligido, Jesús comentó: ¡Qué difícil es para
los ricos entrar en el reino de Dios! Los que lo oyeron preguntaron: ¿Entonces, quién podrá
salvarse? Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios -aclaró Jesús (Lc. 18.18-27).
El mismo trato encontramos en el caso de la mujer samaritana cuando Cristo le
puntualizó su adulterio:
Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed... Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá
-le dijo Jesús. No tengo esposo...Bien has dicho que no tienes esposo... has tenido cinco, y el
que ahora tienes no es tu esposo... (Jn. 4.15-18).
O sea, virtualmente, Jesús, al procurar llevar una persona a Dios, le daba una orden
que servía para poner a prueba su fe y obediencia. Le daba lugar para considerar bien
lo que significaba entregarse a él:
Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a
calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?... O supongamos que un
rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular ...? De
la misma manera, cualquier de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi
discípulo (Lc. 14.28-33).

Antes de pronunciar estas palabras, el Señor había aclarado a mucha gente lo 
siguiente:
Grandes multitudes seguían a Jesús; y él se volvió y les dijo: Si alguno viene a mí y no sacrifica el
amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun
a su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser
mi discípulo (Lc. 14.25-27)..Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les digo que
muchos tratarán de entrar y no podrán (Lc.13.24.).
Ser discípulo equivale ser salvo; entregarse, seguir, obedecer.

II. NUESTRO ENFOQUE Y FIN EN LA PREDICACIÓN

Predicar las buenas nuevas incluye (en parte) predicar sobre la realidad del pecado, de
qué consiste el pecado y las consecuencias temporales y eternas que acarrea.
Lógicamaente, esto incluye la ley sobre el matrimonio como todas las leyes morales de
Dios, de Cristo y de los apóstoles. Sin conciencia de pecado el pecador no necesita un
salvador. Sin conciencia de su ignorancia, no necesita un maestro. Sin conciencia de su
culpa, no necesita perdón.

La ley vino por Moisés, pero la gracia vino por Jesús. En su gracia, en su bondad, Jesús
nos enseñó plenamente acerca del pecado; el pecado en el corazón humano, en el
mundo, en Satanás. Su ley iluminó la confusión y trajo a luz la verdad y la justicia. Era 4
una gracia de Dios que Cristo enseñara sobre el pecado, pues lo que mata no es la ley
sino el pecado.
¿Qué concluiremos? ¿Que la ley es pecado? De ninguna manera! Sin embargo, si no fuera por la
ley, no me habría dado cuenta de lo que es el pecado. Por ejemplo, nunca habría sabido yo lo
que es codiciar si la ley no hubiera dicho: No codicies .. Concluimos, pues, que la ley es santa, y
que el mandamiento es santo, justo y bueno (Rom. 7.7, 12 ).
También, en su gracia, Dios nos proporciona el poder para renunciar al pecado y vivir
en justicia y santidad:
Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado... si el Hijo los libera, serán
ustedes verdaderamente libres (Jn. 8.34-36).
En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación, y nos
enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con
justicia, piedad y dominio propio... (Tito 2.11-12).
Aunque no debemos tener una obsesión con el mal del adulterio, sí nos corresponde
ser claros en denunciarlo en todas sus formas. Todo pecado es pecado, pero entre
ellos, en toda sociedad, ciertos pecados constituyen el flagelo más evidente y de
mayores consecuencias sociales. Entre ellos, hoy día, el divorcio y el recasamiento
minan el mismo fundamento de la vida humana, con consecuencias morales,
espirituales, psicológicas y económicas de inestimable alcance. Entre las consecuencias
figura también la ira de Dios.
Pareciera que ciertos pecados de la sociedad fueron más denunciados por Jesús: la
codicia, la avaricia, el amor al dinero. Los que practican estos males no heredarán el
reino de Dios. También, nuestro Señor enfatizó la falta de perdón hacia otros como
impedimento absoluto a la entrada de su reino.
Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón
a su hermano (Mt. 18.35).

III. LA APLICACIÓN
1. En vez de hacer la pregunta: ¿Bautizamos a los divorciados y recasados?,
corresponde primero hacernos la pregunta si les hemos predicado suficientemente
la verdad acerca del matrimonio para que tengan plena conciencia de en qué
consiste el pecado, y el porqué el recasamiento es un adulterio. Como Jesús, somos
primero maestros. (Alegamos, sin titubeos, que hoy no se predica ni se explica la
verdad divina acerca del divorcio y la gravedad del recasamiento.)
2. De ahí, debemos dar lugar a que el Espíritu Santo haga su obra: su primera obra es
la de convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
3. Ampliemos la lista de pecados más allá del adulterio: Si el estilo, la característica,
de una vida es de robar, mentir, ser iracundo, cometer inmundicias sexuales, ser
orgulloso, etc., y el pecador se resiste a arrepentirse, a confesar, a abandonar,
¿qué derecho tengo yo de bautizarlo? No puede existir una fe que trae perdón si
no acompaña el arrepentimiento. (Permitir eso ya sería predicar "otro" evangelio.)

IV. PREGUNTAS
1. ¿Qué hago si una persona iluminada en algún grado ya quiere bautizarse y yo
tengo conocimiento de graves pecados en su vida?
Le enseño hasta que su conciencia contaminada reciba la luz necesaria para
confesar sus pecados y tomar la decisión de apartarse de ellos. De esta manera
yo lo ayudo a tener un verdadera fe en Cristo.
2. ¿No es muy difícil para una persona, viviendo de segundas nupcias ilícitas, tomar la
decisión de dejar de vivir con su segundo cónyuge?
Ciertamente, es difícil, como también es difícil para el rico entrar al reino. Jesús
lo expresó de esta manera, con una hermosa salvedad:
¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios¡ ...Entonces, ¿Quién podrá
salvarse? ... Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios (Lc. 18.24-27).
3. Pero, si no bautizamos a los padres que viven ilícitamente, ¿cómo serán afectados
los hijos?
Los hijos pueden ser ganados, a pesar de la condición de los padres, pues son
más susceptibles al bien y al mal que los mismos padres. Debemos recordar,
además, que si los padres, por no ser ejemplos en la justicia y la fe, resultaran
tropiezo para los hijos, según Jesús sería mejor que una piedra de molino fuera
atada a su cuello y fueran echados al mar.
4. Pero, ¿no es cierto que nadie, al convertirse, tiene total conciencia puntual de todos
sus pecados para poder arrepentirse de ellos?
Ciertamente. Pero al mismo tiempo tiene que haber suficiente luz para que
sepa que está lejos de Dios, que su vida no agrada a Dios; y tiene que entender
que desde aquí en adelante va a seguir en obediencia al Señor. Y en este primer
tramo de iluminación, nos corresponde enseñarle todo aspecto del evangelio
para que su fe sea firme y aceptable a Dios. Si viene al caso enseñarle
especialmente sobre las drogas, la mentira, la lujuria, el recasamiento, etc., lo
haremos. Lo urgente es guiarlo al arrepentimiento, no al bautismo.

 ¿Con qué derecho puedo negarle al recasado el bautismo? ¿Dónde lo dice la Biblia?
La Biblia no dice explícitamente que les neguemos el bautismo a los recasados.
Tampoco lo dice referente a los ladrones, mentirosos, avaros, blasfemos, etc.
Solamente afirma que los tales no heredarán el reino de Dios. Nosotros no
predicamos "la iglesia"; a donde podemos permitir que pecadores entren;
predicamos el reino de Cristo donde los pecadores no arrepentidos no pueden
entrar.

En nuestra humanidad hay casos en que no predicamos adecuadamente, y
gente no suficientemente iluminada o arrepentida es bautizada por nosotros. El
apóstol Pedro tuvo un caso así: Simón, quien había sido hechicero, oyó el
evangelio, creyó y se bautizó. Pero llegó la ocasión en que se puso de
manifiesto que su corazón estaba lleno de maldad. Pedro le espetó con estas
palabras:
¡Qué tu dinero perezca contigo, porque intentaste comprar el don de Dios con dinero!
Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor. Tal vez te perdone el haber tenido 6
esa mala intención. Veo que vas camino a la amargura y a la esclavitud del pecado
(Hechos 8.20-23).

Ni la confesión ni siete bautismos ocupan el lugar del arrepentimiento y de la
fe. A veces nos equivocamos, y no hay condenación por ello. Pero en cuanto
salga a luz nuestro error, nos corresponde hacer la corrección.
5. ¿Porqué no sería legítimo primero bautizar a la gente, viendo su sinceridad, y luego
oportunamente enseñarles acerca de su verdadero estado adulterino delante de
Dios?

No veo, para nada, que eso fuera la práctica de Jesús o de los apóstoles. Ellos
predicaron, y aun exhortando sobre la urgencia del arrepentimiento y la fe, no
presentan ninguna insinuación que bautizaran sabiendo que el oyente vivía en
franco pecado: no bautizaron ni adúlteros, ni idólatras, ni ladrones.
En el caso de la masa de gente que se bautizó en el día de Pentecostés,
debemos recordar que Pedro estaba frente a miles de personas temerosas de
Dios -no eran paganos de los gentiles-, que conocían plenamente el ministerio y
mensaje de Juan el bautista, como también el de Jesús. Además, estos miles
experimentaron con sus ojos y corazón un super abundante derramamiento del
Espíritu Santo, lo cual traía consigo una aguda convicción de muchos pecados.

Además, terminado el discurso de Pedro, dice el texto:
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta
perversa generación (Hechos 2.40).
¿Podemos imaginar, con toda esta luz y presencia de Dios, que no hubiera en ese día
una gran explosión de arrepentimiento de parte de todos los que se bautizaban? ¡Se
arrepintieron! Cambiaron de parecer acerca de Jesús y de su palabra. Dieron sus
espaldas a toda perversidad. Si había entre los candidatos algunos adúlteros, algunos
viviendo con una persona que no era su legítimo cónyuge (y es más que probable que
hubo), ellos, tomando la decisión de dejar de pecar más -aunque necesitasen de algún
tiempo para ordenar todo aspecto de su situación- , con una confesión al estilo de Juan
el Bautista, podrían bautizarse con limpia conciencia.
Durante los siglos venideros también los pecadores se han arrepentido de toda forma
de inmundicia sexual y matrimonial, de falsedad, de idolatría. Tal vez solo en nuestra
generación ha habido tanta liviandad referente al divorcio y al recasamiento. No ha
habido enseñanza adecuada, y cuando la hubo, era en buena parte defectuosa.

Tenemos vergüenza.
A esta altura, tengo que hacer dos preguntas referentes a la postura que estamos
considerando: Él que recibe el bautismo mientras aún vive en una relación ilícita , ¿qué
pensará al descubrir a dos semanas, o a dos meses, o a dos años, que su pastor lo
bautizó sabiendo de su estado ilícito, sin que le dijera nada al respecto? ¿Qué esperará
su pastor de él ahora? ¿Tendrá que apartarse de su adulterio? ¡Pero ya fue bautizado
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! ¿Hay mayor autoridad que esta?
Todo esto representa un dilema para el recién bautizado.

V. NUESTRO PRESBITERIO
Sencillamente, les agradezco por su respeto hacia mi persona, y por su reconocimiento
de mi autoridad espiritual sobre esta zona y presbiterio. Ya saben, por lo que he
expuesto, que con conciencia limpia no puedo apoyar una postura que considero falta
de esencia moral y bíblica. Quiero tener compasión de todos los divorciados y
recasados; por eso, con lágrimas estoy dispuesto a enseñarles el camino de Jesús.
También, respeto la carga y las convicciones de cualquiera de ustedes que no
comparta mi entendimiento. Pido que por un tiempito ustedes consideren y conversen
entre sí acerca de estas cuestiones, estudiando las observaciones que he hecho en este
escrito. Si después hay varios de ustedes que siguen con inquietudes al respecto,
sugeriré que se haga una especie de convocatoria con los hermanos mayores y con los
colegas nuestros que forman el grupo de enlace. Dios nos guiará.
Keith Bentson