viernes, 8 de mayo de 2015

El costo de ser cristianos.


(Resumido y adaptado del Libro Historia del Cristianismo de Justo Gonzalez)

Gabriel Klainerman.

El cristianismo es “una historia sellada con sangre”.

El mismo Señor Jesús, fue varón de dolores, experimentado en quebrantos y murió en una cruz despreciado, por lo tanto, la historia de los verdaderos cristianos estará siempre teñida de esfuerzo, sacrificio, entrega y renuncia.

Por ejemplo el libro de los Hechos y otras epístolas relatan el martirio de Esteban y de Jacobo además de comentar diferentes presiones y persecuciones sobre los primeros cristianos.
Y así la historia del cristianismo continúa, cuando salimos de las hojas del N.T. para mirar lo que los relatos que los libros de historia nos comentan, vemos que la persecución, el sacrificio y la renuncia acompañan a los verdaderos discípulos.

La persecución por parte de los judíos
¿Quiénes eran los cristianos en el contexto histórico del siglo I? 
Tanto  los cristianos como los que no lo eran, no consideraban al cristianismo como una nueva religión. 
Los cristianos eran considerados judíos que se diferenciaban de los demás, por haber creído que el Mesías ya había venido, mientras que los otros judíos todavía esperaban su advenimiento.
El mensaje de los cristianos a los judíos no era que tenían que dejar de ser judíos, sino que debían creer en Jesús como el Mesías. 
De igual modo, la predicación a los gentiles, no era un llamado a convertirse a una  religión que recién nacía, sino que era una invitación a participar de las promesas hechas a Abraham y a su descendencia. Se los llamaba a ser hijos de Abraham por la fe ya que no podían serlo en la carne.
Los profetas habían declarado que las naciones serían traídas a Sion y los cristianos veían con la venida de Jesús, el cumplimiento de esto.
Para los judíos no cristianos, el cristianismo era una secta  más dentro del judaísmo (fariseos, saduceos, zelotes, escenios, etc.) pero herética y eso es lo que ellos atacaron ya que esta secta los desestabilizaba al tratar de arrastrar a sus hijos a la fe en Jesús. 
Ellos creían que la infidelidad a Dios traía ira sobre ellos y creían que esto que estaba sucediendo podía despertar el celo de Dios. Por esto persiguieron a los cristianos.

En estos primeros pasos de la historia, los cristianos encontraban refugio en las autoridades romanas. 
En ese entonces, todos, incluidos los romanos, entendían que el conflicto que se daba no era entre dos religiones diferentes sino un conflicto entre los mismos judíos. Por esto cuando el emperador Claudio hecha a los judíos de Roma, lo hace pensando que elalboroto se debía a la enemistad que los judíos estaban teniendo con un grupo de ellos mismos, los cuales seguían a Cristo.

Según el cristianismo fue extendiéndose entre los gentiles, la proporción de judíos cristianos disminuyó y entonces todos -los romanos, los judíos y los cristianos-, comenzaron a hacer distinción entre el judaísmo y el cristianismo.
También el creciente sentimiento nacionalista de los judíos que llevó luego a la rebelión del año 66, hizo que los cristianos buscaran despegarse de los judíos para demostrar que ellos no estaban en esa causa.

Persecución por parte de los romanos.
Podemos dividir las causas de esta persecución en dos. Una causa, es una persecución “político-religiosa” por parte del imperio a los cristianos. La segunda causa, es una persecución por el “concepto” que los romanos tenían de los cristianos.

Persecución político-religiosa
Debemos saber que la “unidad política” que el imperio romano daba a la  zona de la cuenca del Mediterráneo, junto con la preeminencia de un idioma común (griego)  y la diseminación de judíos por todo el imperio, todo esto, facilitó la expansión del cristianismo.
Pero debemos saber también que otros aspectos del momento histórico en que vivieron los primeros cristianos, fueron causa de retos y amenazas para ellos.
Uno de estos aspectos fue la búsqueda por parte de Roma, de “uniformidad” entre los súbditos del Imperio. Se fomentaba que haya “uniformidad religiosa” en todo el imperio y esto se hacia mediante el sincretismo y el culto al emperador.

El sincretismo (mezcla indiscriminada de religiones) era la moda religiosa de la época. En tal ambiente, tanto judíos como cristianos parecían ser gentes intransigentes, que insistían en un Dios único y distinto de todos los demás dioses. Se acusaba así a los cristianos, de incrédulos y ateos. Por esta causa muchos veían al judaísmo y al cristianismo como “un quiste que debía ser extirpado de la sociedad romana”.

Por otro lado, el culto al emperador, también produjo problemas a los cristianos, en más, este fue el punto neurálgico para el desencadenamiento de la mayoría de laspersecuciones. Muchas veces las persecuciones tenían características políticas, pues el culto al emperador era uno de los medios que Roma tenía para fomentar la unidad y la lealtad al imperio.
Negarse a rendir culto al emperador era visto como señal de traición y deslealtad. Esa actitud desataba el castigo. 
Entonces, mientras el mártir moría por su fe, quien lo condenaba, lo hacía impulsado por sentimientos de lealtad política.

Frente a toda esta situación, había ciertos aspectos de la época a los cuales los cristianos podían recurrir para tomar “apoyo”. Había entonces, dos tradiciones filosóficas que los cristianos pudieron utilizar para defender su fe. Una de ellas fue “la tradición platónica” y la otra el “estoicismo”.

Tanto Platón como su maestro Sócrates y toda la tradición de ellos, criticaba a los dioses paganos y hablaban de un ser supremo. Además creían en la inmortalidad del alma y en la vida después de la muerte.

Toda esta tradición platónica fue de gran valor y atractivo para los primeros cristianos que se veían perseguidos y acusados de ser ignorantes e ingenuos. Por eso luego, el apelar a esta filosofía hizo que ella ejerciera un influjo sobre el pensamiento cristiano que todavía perdura.

El estoicismo –algo posterior al platonismo- enseñaba doctrinas de alto carácter moral. Ellos creían en una ley natural que rige el comportamiento y creían que los presumen ser sabios deben conocer esa ley y deben seguirla. Además pensaban que las pasiones luchaban con la razón y que el sabio debía con la razón dominar toda pasión, hasta el punto de llegar a eliminarla (“apatía”, se llamaba la perfección moral de los estoicos).

Esta filosofía era de gran atractivo para los cristianos que se veían repetidamente enfrentados con costumbres corruptas de su época y debían criticarlas.  Puesto que los estoicos hacían lo mismo, los cristianos encontraron apoyo en ellos. 

Tanto en el Platonismo, como con el estoicismo, se corría el riesgo de que se llegase a confundir la fe cristiana con estas filosofías y que se perdiera el carácter único del evangelio. De de hecho, no faltaron quienes, en un aspecto u otro, sucumbieron ante esa tentación.  

- Persecución por causa del “concepto” acerca de los cristianos.

La primera persecución por parte de un emperador fue la de Nerón fue dirigida a los cristianos ya teniendo a estos como un grupo distinto a los judíos. 
Esta persecución se basó en una acusación falsa de Nerón, de que los cristianos habíanprovocado un incendio en Roma. Esto lo hizo, para desviar la atención de la mayoría que sospechaba de que el era el autor del incendio.

El historiador Tácito relata esto y cuenta que primero fueron arrestados los que confesaron ser cristianos y sobre las bases de  las pruebas que ellos dieron fue condenada gran multitud. También afirma que se les condenó por el incendio, pero más aún por sus “abominaciones” y por su “odio a la raza humana”. Este testimonio nos muestra como los romanos veían a los cristianos. 

¿Por qué pensaban esto los romanos de los cristianos
Debemos ver que las actividades de la época –teatro, ejército, las letras, deportes, etc.- estaban muy ligadas al culto pagano y los cristianos se veían obligados a ausentarse de ellas. Para ser cristianos, ellos entendían que era necesario un compromiso con el culto al Dios único y a Jesucristo y cualquier concesión en sentido contrario equivalía a renegar de Jesús, quien a su vez renegaría de ellos en el día del juicio.
Ante los ojos de un pagano que amaba su cultura y su sociedad, los cristianos aparecían como personas que odiaban la humanidad.
Lo que se decía de los cristianos puede clasificarse en dos secciones:
- “los dichos populares”.
“las criticas de la gente culta”.

Los ágapes y la relación fraternal  entre los “hermanos”, hicieron que se corrieran rumores de hasta “orgías y relaciones incestuosas”.
De la “cena del Señor” se rumoreaba que sacrificaban niños y que los comían dentro de un pan.
También se decía que los cristianos adoraban a un “asno crucificado”.
Todo esto formaba parte de “los dichos populares” acerca de los cristianos.

No solo el vulgo mal informado, sino que también la gente culta  atacaba a los cristianos diciendo que eran gente ignorante cuyas doctrinas eran necias y contradictorias y veían a los cristianos como gentuza despreciable. 

Las personas supuestamente refinadas no podían aceptar que gente, pobre e inculta pretendiera conocer verdades desconocidas para ellos.
Lo que sucedía era que la mayoría de los cristianos pertenecía a las clases más bajas. Celso –autor erudito de la época de Marco Aurelio- por ejemplo dice que: “eran gente que trabaja con lana y con trapos, talabarteros y a zapateros, es decir, la gente más incultas e ignorantes”. Minucio Felix habla de los cristianos como: “gente sin educación ni cultura, rústica y ruda”. En su mayoría los cristianos eran esclavos, carpinteros, albañiles, herreros.
Además de todo esto también las doctrinas cristianas como la encarnación, la crucifixión, la resurrección, eran atacadas. 

Para este tipo de acusaciones, no se podía responder con una mera negación, era necesario ofrecer argumentos sólidos que respondiesen las objeciones que se planteaban. Tal fue la obra de los apologistas.

Fuentes de información
Ante todo esto, debemos considerar, que al estudiar la historia del cristianismo, se termina fijando la atención sobre los conflictos entre la Iglesia y el estado o estudiando la labor teológica de los distinguidos pensadores cristianos. Esto es así porque la mayoría de los documentos que se han conservado tratan acerca de la obra y el pensamiento de los jefes de la Iglesia y por ello corremos el riesgo de olvidarnos de la vida y testimonio del común de los cristianos.

Como dijimos, la mayoría de los cristianos, pertenecían a las clases humildes. En ellos,su vida piadosa era su testimonio y su defensa del cristianismo.
Pero como la historia nos llega a través de lo que escribieron los hombres eruditos de la época, a causa de esto, los registros que tenemos pertenecen no a la mayoría humilde y analfabeta, sino de aquellos eruditos cristianos que defendieron la fe desde la argumentación racional, filosófica y teológica.

No debemos perder de vista esto, si queremos conocer la real historia de los cristianos, la cual siempre ha de tratarse de la vida de Cristo manifestada en los hombres, antes quede las discusiones de vanas palabrerías.

Otro punto a considerar es que, con el correr de los años, los conversos al cristianismo llegaban de muchos transfondos y cada uno traía sus propias experiencias y conocimientos. Esto llevo a que muchos comenzaran a tener sus propias interpretaciones de la fe, al punto de concluir en grandes tergiversaciones de la fe

El espíritu sincretista de la época facilitaba que esto sucediera y muchos buscaban un sistema que de algún modo combinara todas las doctrinas y como consecuenciasurgieron herejías importantes, como el gnosticismo por ejemplo.

Entonces, muchos de los escritos son en defensa de las acusaciones y los ataques a las doctrinas y a la fe cristiana. Poco se escribió de la verdadera esencia de la vida cristiana práctica y cotidiana.
Además, debemos saber que los escritores neotestamentarios como Pablo y los escritores del primer siglo y mitad del siglo segundo, cuando escribían trataban situaciones específicas y no es que hacían grandes exposiciones de todo su pensamiento acerca de la fe cristiana. 
Por lo tanto, si bien no debemos dejar de ver el pensamiento cristiano de los grandes apologistas de la fe del siglo II y III, tampoco debemos perder de vista la centralidad enla vida piadosa que tenían los primeros cristianos y no debemos dejar de buscar indicios de ella en los escritos antiguos para poder imitarles y colaborar para que el cristianismo de los últimos tiempos se aproxime lo mas posible al de los primeros tiempos.

Para esto, no debemos sobre enfatizar “las contiendas filosóficas y teológicas” de la época y debemos prestar más atención a la “piedad” expresada en la vida del común de los cristianos.
Los cristianos de la época eran definidos en cuanto a su fe y se guardaban de no adulterarla con las prácticas, creencias y filosofías que les rodeaba.

No debemos olvidar que la iglesia cristiana antigua estaba formada en su mayoría por gente humilde para quienes el hecho de haber sido adoptadas como herederos del Rey de Reyes ya era motivo de gran regocijo (esto pude verse en su culto, su arte y en muchas manifestaciones). La vida cotidiana de tales cristianos se desenvolvía en la penumbra rutinaria en que viven los pobres de todas las sociedades. Aún así, ellos vivían en  la esperanza de una nueva luz que vendría a suplantar la luz injusta e idólatra de la sociedad en que vivían

Ya nombramos por ejemplo a Celso que acusaba a los cristianos de ser gentes ignorantes cuya propaganda tenía lugar, no en las escuelas ni en los foros, sino en las cocinas, los talleres y las talabarterías.

Si bien las obras de cristianos como Justino, Clemente y Orígenes pueden de algúnmodo contradecir lo que Celso decía, tenemos que reconocer que en términos generales Celso decía la verdad. Los sabios entre los cristianos eran la excepción más que la regla. 

Orígenes en su obra Contra Celso, se cuida de no contradecirlo en ese punto. 
Los paganos cultos tales como Tácito, Cornelio Frontón y Marco Aurelio pensaban que los cristianos eran una gentuza despreciable, sin educación ni cultura.
La realidad es que no se equivocaban en esto, pues todo parece indicar que la mayoría de los cristianos de los primeros siglos pertenecían a las clases más bajas de la sociedad.  
Según los evangelios Jesús pasó la mayor parte de su ministerio entre los pobres,pescadores, prostitutas e inválidos. El apóstol Pablo habla que Dios escogió a lo vil y menospreciado. Lo mismo es cierto durante los tres primeros siglos de la vida de la Iglesia. 
Aunque sabemos de algunos cristianos de clase alta como Domitila y Flavio Clemente en Roma y Perpetua de Cartago, los ricos eran excepción.

De esta mayoría humilde, surgen  escritos y libros apócrifos que cuentan historias muy fantasiosas (no se debe confundir estos escritos con los apócrifos que los herejes escribieron para dar apoyo a sus doctrinas).

Si bien estos escritos apuntan más a alimentar la fantasía de los crédulos que a defender la verdad, sus enseñanzas muchas veces son más bíblicas que las de los apologistas de la fe que había en la época
Aunque no podamos apoyarnos en escritos serios de esta mayoría humilde, no debemos despreciar su testimonio, por el contrario, cuando comparamos su perspectiva con la de los distinguidos maestros de la historia vemos que la gente ignorante y pobre poseía una comprensión mas profunda de algunas verdades bíblicas que lo que los cultos tenían

Así, por ejemplo el Dios activo, soberano, justiciero que aparece en alguno de estos escritos se acerca más al Dios de la Biblia que al Uno inefable y distante de Justino o de Clemente de Alejandría. 
También se ve que mientras los apologistas trataban de convencer a las autoridades de que su fe no se oponía a la política imperial, hay indicios de que el común de los cristianos si sabía que existía un conflicto insoluble entre los propósitos del Imperio y los propósitos de la Iglesia. 
Además, mientras muchos pensadores tendían a espiritualizar excesivamente la esperanza cristiana, en la fe de la gente común persistía la visión de un Reino de justicia que suplantaría el presente orden.

Así fue durante los primeros siglos del cristianismo, donde no solo hubo falsas acusaciones y herejías sino también crueles persecuciones por parte de los emperadores. 
En este punto no podemos de dejar de mencionar el impacto de la conversión de Constantino ya que esto permitió que la Iglesia se vuelva poderosa y por lo tantomuchos elementos de la fe inicial y verdadera quedaron relegados más aún.

Las siguientes líneas del Discurso a Diogneto describen la realidad de los cristianos de los primeros tiempos y ha de reflejar la realidad de los cristianos de lo últimos:

Los cristianos no se diferencian de los demás por su nacionalidad, por su lenguaje ni por sus costumbres [...] Viven en sus propios lugares, pero como transeúntes. Cumplen con todos sus deberes de ciudadanos, pero sufren como extranjeros. Donde quiera que estén encuentran su patria, pero son ciudadanos del cielo. Obedecen todas las leyes, pero viven por encima de lo que las leyes requieren. A todos aman, pero todos los persiguen.

Con la llegada de Constantino, “el mundo se cristianizó y la Iglesia se mundanizó”, con esto muchas prácticas se perdieron, muchas nuevas surgieron, muchas doctrinas se deformaron y otras nuevas comenzaron.
La teología oficial estaba influenciada por las filosofías de la época y por la política imperial. Además “la Iglesia de los pobres pasó a ser la Iglesia de los ricos”.

El “Camino tomado”  y el “Camino a tomar”.
Ante todo esto, la reacción monástica fue la respuesta de muchos. Esta fuerte decisión de apartarse de todo, para irse al desierto fue una muy valiosa manera de recuperar la verdad para poder vivirla, aunque muchas veces fue una respuesta exagerada que terminó desviándose del camino correcto.

Aún así, en estos últimos tiempos, donde la Iglesia está tan diluida y mundanalizada, en un tiempo donde el mundo presiona fuertemente y la Iglesia cede ante esa presión, los verdaderos discípulos tendrán que tomar una postura fuerte de definición, separación y limitación ante la mundanalidad y para esto, la reacción monástica nos sirve, no para imitarla en sus decisiones, sino para imitarla en su espíritu de reacción frente a la liviandad (es de destacar que los principales iconos de la fe que surgieron en los desafíos subsiguientes de la Iglesia eran monásticos).

Actuar de esa manera, nos hará mas parecidos a la mayoría de los cristianos de los primeros tiempo. 
Si no actuamos definida y decididamente, corremos riesgo de quedar enredados en cuestiones filosóficas que nos alejan de la realidad, de la práctica y de la voluntad de Dios.

Creo que Dios nos tiene que dar la sabiduría y el equilibrio para movernos y tomar decisiones, de tal manera que toda la voluntad de Dios sea expresada y El pueda recibir la gloria debida a su Nombre por parte de su Pueblo en el tiempo que vivimos.

Conclusión
Realmente debemos identificarnos con la frase de Tertuliano que dijo: “¿Qué tiene que ver Atenas con Jerusalén? ¿O que tiene que ver la Academia con la Iglesia?”. Las enseñanzas de la Iglesia no encuentran su sostén en la filosofía y sabiduría humana sino en las páginas de las Escrituras, las cuales nos guían a una experiencia real y personal con Cristo.
Si bien es así y la sencillez y no el sofismo han de ser la característica de la Iglesia, la realidad es que el mismo Tertuliano fue un culto apologista de la fe y también es real que en la historia de la Iglesia, muchos eruditos han defendido la fe. 
Por otro lado, la historia avanzó y nos encuentra rodeados de diferentes doctrinas, enseñanzas y  nos encuentra con una Iglesia que tiene en una punta a sus mayores exponentes haciendo más énfasis en el conocimiento que en la práctica y en la otra a otros exponentes enseñando falsas doctrinas y guiando a la Iglesia a vivir livianamente y sin compromiso
Frente a esta realidad, nosotros debemos procurar que la sencillez sea nuestra expresión de vida cristiana pero a la vez, no podemos permitirnos ser neófitos, sino que debemos procurar ser conocedores profundos de la verdad con la intención de poder defenderla y vivirla correctamente.
Las dos direcciones nos serán útiles para colaborar para que la Iglesia sea gloriosa, sin mancha y sin arruga.


Propuesta: 
- Pensar juntos y analizar si la Iglesia actual no debería ser más firme en su postura frente al mundo y su mundanalidad.

- Pensar juntos y analizar si la Iglesia actual (más nuestro grupo) no está volcado más a lo teológico-contencioso que a lo práctico y ver que decisiones podemos tomar al respecto.

- Estudiar la historia de la Iglesia porque “sabiendo de donde empezamos tenemos la esperanza de saber donde vamos a terminar”.