lunes, 8 de agosto de 2016

Los recursos de Dios para formar a Cristo en nosotros - Vanjo Farias




Algunos se han frustrado con los relacionamientos en la iglesia. Estos se han quebrado y han creado raíces de amargura en muchos. Y ha sido un área donde satanás ha actuado.

Algunos piensan que somos transformados solo cuando somos amados, pero la verdad es que es todo lo contrario. La transformación solo puede ocurrir cuando somos heridos. La iglesia es el taller de Dios para formar a Cristo en nosotros, y es el lugar donde más somos golpeados, tratados con injusticia, ofendidos, heridos, etc...

“Si alguien le dijera: ¿qué heridas son esas en tus manos? responderá él: Son aquellas con las que fui herido en casa de mis amigos” (Zc.13:6)

Solo en la iglesia es posible producir heridas tan profundas, podemos ser juzgados, tratados com injustamente, abandonados... ¡Mas, es en esa hora en la que podemos quedar en la dependencia de Dios y recibir esas heridas con gratitud y alegría! Es entre los santos que podemos ser traicionados y abandonados, y Dios quiere hacernos conocer la quietud de la cruz de Cristo, hacernos callar, someter, sosegar...

Necesitamos recordar que la Iglesia fue el brazo de Dios para sacarnos del infierno, debemos ser agradecidos con ella. No podemos ser el “SINDICATO DE LA IGLESIA”. Un sindicato ve los errores, protesta, grita y se queda en esto. Mas nosotros no somos un sindicato, somos iglesia, miembros unos de los otros. Si viéramos errores, no vamos a ocultarlos, sino vamos a denunciarlos con amor y misericordia, ayudando al cuerpo a ser curado.

La Iglesia no es formada por hombres perfectos, porque todos venimos del mundo. Si la Casa de Dios es formada por hombres imperfectos, ¿cómo Él resolverá los problemas de todo este pueblo? la respuesta es: Dios nos coloca juntos.

Siempre habrá fricciones, porque siempre nos evaluamos mejor de lo que somos. Mas Dios apuesta a que recibamos el yugo de Cristo y no nos libra de eso, para que seamos perfeccionados.

Tomemos para nosotros el ejemplo de las piedritas en el mar: ¿Será que haya alguien que se imagina que Dios se detuvo para moldearlas una por una, para formar “bolitas” tan perfectas y lisitas? ¡Claro que no! Ellas comenzaron como rocas irregulares, puntiagudas, que cayeron en el mar y quedaron rozándose unas sobre las otras, en el ir y venir de la marea.......rodando uma y outra vez con la marea se mezclaron con peces podridos, con la arena, etc... Y en este movimiento una golpeaba a la otra, una arrancaba el pedazo a la otra, hería a otra, hasta que fueron perdiendo las aristas y perdieron también la capacidad de herir, y fueron ganando esa forma perfecta que tanto admiramos, y que nosotros después hasta las usamos como ornamentos  decorativos en nuestra casa.

En la Iglesia vivimos relacionamientos íntimos e intensos, no conseguimos fingir todo el tiempo. Es imposible usar máscaras, porque somos lo que somos. Tendremos siempre motivos de queja contra otros hermanos como también seremos siempre motivo de queja para otros hermanos, porque no son solo algunos hermanos en la Iglesia los que a veces nos incomodan, nosotros tal vez no lo sepamos, ¡pero nosotros con certeza también incomodamos a muchos hermanos en la Iglesia!

“El hierro con hierro se afila, así el hombre aguza el rostro de su amigo” (Pv.27:17)

La Iglesia es la casa de los que buscan la perfección, mas no estamos aquí para que seamos amados, sino para amar; no para que seamos servidos sino para servir. La actitud correcta es relacionarmos desarmados y creyendo que tenemos un Pastor, Jesucristo, y que es Él quién resolverá todos los problemas y las palabras mal dichas o malentendidas, las actitudes erradas e injustas, los juicios......

La solución para todo esto es: “Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Sobre todo, vestíos de AMOR, que es el vínculo perfecto” (Cl.3:13-14).

Dios usa nuestras deficiencias y nuestros defectos para perfeccionarnos y perfeccionar a los otros. Cuando somos heridos tenemos 2 alternativas:

1º Permitir que nos llenemos de amargura; ó
2° Dejar que las marcas producidas en la Casa de Dios produzcan el buen perfume de Cristo en nosotros.

Necesitamos aprender a ser heridos sin protestar. Este es el recurso de Dios para tornarnos parecidos con Cristo en su carácter, ¡porque sin sufrimiento es imposible que esto acontezca!

“Las marcas de los azotes purifican del mal, y los golpes purifican al corazón” (Pv.20:30).

El discurso que viene siendo traído al mundo por la Iglesia de hoy es: “el hombre es el centro y no debe sufrir”, esto fue engendrado en la mesa de satanás para destruir la Iglesia.

Con el tiempo, Dios quita de nosotros la capacidad de “HERIR”, mas esto es solamente el 1º paso, y el 2° paso es “QUE PERDAMOS LA CAPACIDAD DE SENTIRNOS HERIDOS”  y no reclamar, sufrir el daño, sufrir el agravio.

Pero está garantizado que todas las heridas generadas en la casa de Dios serán marcas que serán sanadas por la consolación de Dios y del Espíritu Santo (el consolador).

Existe un bloqueo en la iglesia, que se llama “REMILGO” ó “MELINDRE” (niñería), y cuando esto acontece muchas veces llamamos a los discipuladores, líderes, pastores y hasta apóstoles, simplemente para cuidar de los arrebatos e melindres de una persona; nosotros somos muy espléndidos para crear problemas con los otros, no valoramos las cosas simples, porque Dios usa los defectos de cada uno para perfeccionarnos en nuestra vida cristiana.

Hay algo terrible que está en nuestra carne y que necesitamos dejar a Dios retirar de nosotros: EL ORGULLO. Es él quién nos impide de humillarnos al hermano, y si no aprendemos a humillarnos, jamás seremos parecidos con Jesucristo (Fl.2:5-8).

Necesitamos entender bien y no olvidar que: “¡HAY COSAS QUE NO SE EXPLICAN NI SE RESUELVEN, SE SUFREN!”

Dios no quiere resolver ni explicar, solamente quiere que aprendamos a sufrir con acciones de gracia, alegría y renuevo en el Señor.


“¡Regocijaos en el Señor siempre! Otra vez lo digo: ¡Regocijaos!. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en CRISTO JESUS.” (Fl.4:4,7) 

martes, 2 de agosto de 2016

Hebreos, invitaciones, amonestaciones y advertencias.

Claudio Lancioni

1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

Del mismo modo en que dan comienzo las sagradas escrituras; en el principio Dios, igual el evangelio de Juan en el principio era el verbo.

Esta magnífica carta sencillamente comienza con su nombre, con su persona: Dios…

Y lo que enuncia este primer versículo es que Dios habló, muchas veces y de muchos modos:

Cuando alguien se presenta y no nos habla, nos quedamos extrañados, con cierta tensión en el aires, y quizá después de algunos segundos nos hacemos dos preguntas:
¿quien es?
¿que quiere?

Que suelen ser el contenido usual de nuestras presentaciones:
Buenos días, mi nombre es …
y vengo para …

Luego de crear al hombre y alojarlo en el Eden como lugar de residencia, lo primero que hace es hablarle para instruirlo.

Ge. 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo:De todo árbol del huerto podrás comer;

Una indicación clara, inmediatamente una fuerte advertencia.
17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.


Seguramente porque era necesario aclararlo, el autor de Hebreos insiste en diferenciar al Hijo eterno del resto de las criaturas celestiales, elegí algunos pasajes impresionantes:

Sal. 45:6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

Sal. 110:1 Dice el Señor a mi Señor a:
"Siéntate a Mi diestra,
Hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies "

Dios nos ha hablado por el Hijo, por el verbo, el logos de Dios, su canal comunicacional, cada vez que Dios nos habla lo hace a través del Hijo eterno, pues El es la profunda y exacta expresión sus pensamientos.

En razón de que Dios nos ha hablado, tenemos el primer consejo amonestativo:

1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.

La necesidad de poner atención más determinadamente.
Que nos apeguemos con más firmeza, para no correr el peligro de entrar en un desliz.

La palabra griega usada aqui esta llena de significado:
pararrhueo: pasar de largo, algo que se escapa de las manos, que se escurre.

Señala una actitud distraída, displicente, un estado de desatención, de descuido que raya con lo irresponsable.
Nuestros hermanos en siglos pasados, hacían de las sagradas escrituras el objeto de su estudio y meditación, hoy en una sociedad tan acelerada y sobrestimulada en sus sentidos, deberíamos preguntarnos si no nos hemos vuelto pragmáticos y superficiales en el manejo de la verdad, esta no resulta una cuestión fácil pues en muchos casos las mismas cargas laborales nos quitan el tiempo necesario, ...os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar...Sal. 127:2

Cuidado, seamos creativos y recelosos con el manejo de nuestro tiempo. Nuestra mente y corazón necesita el horizonte de tiempo necesario y suficiente para renovarse y nutrirse de la verdad.

Ahora nos encontramos con una advertencia severa:
2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,
3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,
4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

El autor traza un paralelo entre la ley mosaica y la revelación del evangelio.

Aquí y en otros pasajes se establece un principio: cuanto mayor la revelación, mayor la responsabilidad (NUNCA AL REVES)

El autor de Hebreos ocupa el resto del capitulo 2 para dar testimonio de Cristo:

14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.

18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Una hermosa invitación.
3:1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

Considerar: mirar fijando la atención.

Un llamado a la atención.
12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice:Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

Muchas veces me he preguntado: ¿como es esta mirada?

2 Jn.1:8 Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.

Hch. 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

Es un término que aparecerá varias veces a lo largo de la epístola, una mirada atenta, como la de un celador, un vigía que ve los peligros en el horizonte.

Es interesante que la definición de corazon malo aquí tiene que ver con un corazón (Gr. poneros) lleno de trabajos y fatigas, un corazón presionado y atormentado.

Sería lógico que un corazón así, se enfríe y se aparte, quizá podríamos decir que hay un lazo entre el versículo 1 de este capítulo ,donde somos invitados a considerar detenidamente a Jesús, según J. S. Bach es la alegría de los hombres, y  sin mirar al que se humilló tomando la forma de sus hermanos, quien se levantó triunfante de entre los muertos, y fue ascendido a la gloria de donde nos viene pronto a buscar, sin la fe que nos hace cantar triunfantes, caigamos en el cansancio del cumplimiento  mecánico de pautas éticas y morales donde el alma se sume en el hastío, la frustración y la incredulidad.

La importancia de la voz de la alabanza que exalta la victoria de Cristo.

A este punto se dedica el capitulo 3: el reposo de los santos, la constante invitación a entrar en el, venid a mí…

Sal. 95:7 Si oyeres hoy su voz no endurezcais vuestros corazones…

4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Es interesante que esta palabra que puede herirnos profundamente, tiene a la vez un efecto consolador y restaurador de nuestras fuerzas interiores, que maravilla cuando Dios nos habla, aunque sea para corregirnos.

Es importante dejarnos diariamente examinar por la palabra de Dios instrumentada por el Espíritu, pero estando tan llenos de limitaciones, muchas veces no podemos discernir cualquier posible desvío, por eso las necesidad  de establecer estrechas relaciones de cuerpo, donde nos cuidamos unos a otros, para ser librados del fuerte componente de engaño presente en el pecado.

El peligro de las rebeldías solapadas.
Heb. 5:11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.
12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

En el capitulo 2 se nos amonesta a atender con diligencia, pero aqui el problema es otro, alguno se volvieron tardos para oir.

Tardó/Nothros: indolente, prejuicioso, moroso.

La actitud parece ser una indiferencia pacífica, una resistencia no declarada, un actitud prejuiciosa  escondida en el corazón que produce inmovilización y falta de desarrollo.

26:16 En su propia opinión el perezoso es más sabio
Que siete que sepan aconsejar.

Por favor dejen de dar vueltas...
6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección;

La advertencia:

4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.

Parapipto: caerse fuera, apostataron.

Permitirse una actitud asi , produce un envejecimiento interior, este es otro otro de los peligros existentes podemos entrar en zona de peligro…

El mayor de los peligros.
Heb 10:26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
28 El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

Dejando de lado las controversias acerca de la seguridad de la salvación, dejemos que en forma textual las Escrituras nos adviertan. (Nadie pone un cartel de peligro en un lugar donde el peligro no existe)

Este no es un pecado en que se incurre por ignorancia o debilidad, sino con deliberación.

Se entra por una puerta, pero no se sabe si hay salida.

Se repite la invitacion a fijar nuestros ojos en Jesús.

1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

  • Es verdad que toda la Escritura es inspirada por Dios y útil,( 2 Tim. 3:16-17), pero nuestros ojos tienen que descansar permanentemente en la persona y la obra del Señor Jesucristo.

Un asunto para no dejar de lado.
5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
6 Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Cuidado con los decaimientos en el proceso disciplinario.
12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

  • Todos somos participantes de los procesos disciplinarios de Dios, y al mirar los relatos biográficos bíblicos, vemos que nuestro Padre suele tomarse su tiempo para tratar con nosotros. La disciplina, como es lógico entraña dolor (no sería lógico que una disciplina no lo tuviera), y la naturaleza humana suele desmayar y entrar en desánimos, en razón de esto es que el autor nos advierte a tener cuidado con las manos que se caen y las rodillas que se paralizan, la senda zigzaguea y se pierde el rumbo.

  • Afirmemos nuestro andar y hagamos sendas derechas para nuestros pies.

Otra vez la palabra : mirad
15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

Dios como fuente de frescura y de renuevo.
  • La gracias que nos ablanda, nos enternece, nos reserva del endurecimiento interior, nos sana y libera. La gracia de Dios tiene un poder transformador, tal como el agua penetra y ablanda la cáscara de las semillas desatando en el interior de estas el proceso de una nueva vida, de igual modo la vida de Cristo  obra un milagro transformador en la vida de un discípulo.

  • Cuando no somos alcanzados por la esta gracia, tenemos una fuerte tendencia al endurecimiento, la frustración, la amargura, luego como con consecuencia natural se encadena la murmuración y la crítica, trayendo tropiezos a la casa de Dios.

Nos acercamos en el capitulo 12 a lo que para mi es el climax de la epistola: Los dos montes, las invitaciones de acercamiento a lo celestial.

Heb. 12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,
19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
20 porque no podían soportar lo que se ordenaba:Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;
21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo:Estoy espantado y temblando;

  • Días atras leyendo con detenimiento estos pasajes, fui llevado por la misma lectura al libro de Exodo capitulo 19 y 20, quede profundamente impresionado por el relato, no pude evitar buscar en la web la imagen del monte Sinaí e imaginar el arribo de todo el pueblo a esta cadena montañosa,  Dios se presentaba en sociedad, hasta ahora abrigaban la esperanza de redención prometida a los patriarcas, las palabras pasaron de generación en generación, más ahora el Dios del que había oído de manifestaba con potencia delante de sus ojos.

19:10 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos,
19:11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.
19:13 No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.

19:16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.
19:17 Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.
19:18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
Ex. 19:19 El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. (alguien dijo que este fue el sermón más glorioso jamás predicado, el púlpito era el monte Sinaí, el predicador Dios mismo con voz tronante, Moisés el diácono que ponía orden entre los oidores del mensaje)

Ex. 20:19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.

En el versículo 13 consta la invitación de Dios mismo a subir al monte, que gran privilegio, también Moisés sintió el pavor frente a semejante manifestación, sin embargo subió y quedó con Dios cuarenta días en radiante comunión con el eterno, y descendió transfigurado.

Pero el pueblo rechazo la invitación, prefirieron esperar en la comodidad de la distancia.

Heb. 12:22 sino que os habéis acercado al monte de Sion,
a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial,
a la compañía de muchos millares de ángeles,
23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos,
a Dios el Juez de todos,
a los espíritus de los justos hechos perfectos,
24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto,
y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

25 Mirad que no desecheis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

La palabras exacta para este texto no es desechar, sino recusar, paraiteomai: impedir mediante súplica, declinar, evitar.

CUIDADO CON COMETER EL MISMO ERROR, RECUSAR, ACOMODARNOS EN LA PERIFERIA, ADAPTAR A DIOS A NUESTROS PARECERES Y CONVENIENCIAS, PORQUE LA VOZ DEL QUE NOS LLAMA ES LA MISMA.

Aquellos se acercaron a una manifestación provisoria, nosotros somos invitados a tomar contacto con una realidad celestial que nos rodea y que es permanente.

Las repetidas invitaciones al acercamiento.
Heb. 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Heb 10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

Heb. 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion,
a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial,

Tenemos un sacerdote que nos abre la entrada.
Heb.8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.